Comentarios previos para el espacio "El rincón y la esquina", del "Hoy por hoy" de la Cadena Ser, enviados el 14 de junio de 2022.
Decir no
Manuel Delgado
Hay dos tipos de "nos". Uno cósmico, filosófico, político, social, que implica negar lo inaceptable. Por ejemplo, decir no a la injusticia, al cambio climático, a la ideología de género, a la muerte, al pecado..., o lo que sea. Por ejemplo, consignas como "OTAN, NO". Que quiere decir que OTAN ni hablar, ni de coña, para nada, etc. La canción "Diguem no" de Raimon es la explicitación de ese principio de negarte a lo injusto o insoportable.
Otra cosa és el "no" en las relaciones interpersonales. Decir no implica no atender la demanda de otra persona que te interpela porque necesita o desea algo de ti, un favor, la aceptación de un pensamiento o una sugerencia, o una propuesta.
Alguien espera algo de ti o tuyo, algo que tú tienes y la otra persona no, te lo pide y tú se lo niegas. No te obliga, ni te fuerza, solo te lo pide. Eso implica causar en la otra persona disgusto, contrariedad, prejuicio o decepción. En muchos casos no te perdonará tu negativa.
La premisa es que el fin último del ser humano en sociedad es quedar bien, es aceptable o, sobre todo, querido, respetado. Decir no implica perder crédito, consideración, aprecio. Por tanto, la única alternativa es decir si, mostrar voluntad de colaborar para favorecer a alguien que depende en algún sentido de ti. Ser reconocido como concertante supone saber que hay cosas a las que no te puedes negar. Y si te niegas, asume que si no das no podrás pedir.
Tanto los no como los sí desencadenan relaciones de reciprocidad. Si me dices que no luego no me pidas nada.
Eso es lo que implica la tragedia de no saber decir que no a la gente que te importa, porque sabes que te lo van a hacer pagar, aunque sea con descrédito y distanciamiento.Esta lógica se explicita muy bien en este clásico de los 60. "No me gusta decir si", de Los Pasos.
La opción más adecuada es la de formas indirecta de decir no sin que los contrariados se enfaden.
Son las fórmulas "ni sí, ni no, sino todo contrario". Del tipo: "ahora, no", "déjame que lo mire", "es que no sé...", "Ya nos llamamos", "a ver si puede ser...", "no te lo puedo asegurar...", "ya veremos", "ya le diremos algo...". Más todos los adverbios de duda o dubitativos: posiblemente, probablemente, seguramente, tal vez, quizás. Un ejemplo de esto, aplicable a la problemática del "no es no" y "solo si es si" es la fórmula que exaspera a Nat King Cole en esta canción, en que él pide algo -que ya sabemos que es- y ella le contesta ni sí, ni no. https://www.youtube.com/watch?v=rDGgUGBD-90.