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Este es un mensaje que nos mandó una doctoranda griega, Antigoni, a la gente que trabajamos con ella en el grupo de investigación sobre conflictos urbanos. Es sobre la situación de su país y nos lo mandó el 12 de julio, es decir el domingo pasado.
CARTA DE ANTIGONI
Hola a todos
Buen resto de domingo. Vano u optimista, ocupado y
despreocupado de mares, de tierras, de acuerdos y más desacuerdos.
Pues, las últimas dos semanas me he puesto tres o cuatro
veces en responderte sobre el referéndum, la situación en Grecia, la izquierda
de orgullo o de vergüenza (las opiniones varían) y me resulta muy difícil poner
mis pensamientos y argumentos en orden. Oscilo constantemente (yo y tantos más)
entre ilusión y desespero, alterándose estos estados de ánimo según las
noticias y previsiones que nos llegan desde los múltiples frentes que se
preocupen con el futuro del país. Obviamente no de su gente, pero a partir de
una vista geopolítica.
Infelizmente o no, estoy acudiendo toda la
historia desde Oporto y no cabe duda de que hablamos de historia. De
hecho, ya se cuenta de la dificultad muy probable de los alumnos griegos,
diríamos 70 años más adelante, cuando a los exámenes de la historia les tocará
memorizar todos estos nombres alemanes contemporáneos. El humor y las anécdotas
parecen ser la única medida de prosperidad en este momento.. Del resto, todo lo
que pasa en Grecia es surreal y lejos de cualquier interpretación lógica. Por
supuesto, no llamaríamos lógica a la política neoliberal y
capitalista, aunque constituye la justificación más pertinente de todo lo
que ocurre.
La cuestión es que la declaración de tal referéndum en
Grecia -fuera de las reacciones que ha provocado a la Europa "unida"-
ha presentado claramente ante nuestros ojos que no se puede tomar por
descontado, la medida en que el pueblo griego quiera o no y además crea posible
una vida liberada de la "ayuda" de troika. Ahora más que nunca, ha
sido evidente la magnitud y el poder del miedo mediático. Me refiero en todas
estas historias de los supermercados vacíos de harina, arroz y pasta, lo que
por cierto ha sido la realidad en el día siguiente del anuncio del
referéndum (y lo que creo -siempre desde aquí- que ha sido un exagero brutal),
así como las colas enormes frente a los cajeros, las discusiones y disputas
interminables sobre el sí, el no y el porqué. Ya no sé si tenemos más
miedo de que cambie todo o que no cambie nada. Un caos y una
desorientación total, donde no se ve ni árbol, ni bosque, ni flor al horizonte.
No obstante, para los que la esperanza muere última: aquí nuestro primero ministro, el otro día, en el
parlamento a pintar flores!
El domingo pasado ha sido un día muy feliz! Este porcentaje
de OXI tan inesperado nos dio un buen impulso de animo y ganas de lucha.
Acontezca lo que acontezca, parecía que siempre nos quedará una referencia de
sentido común. El problema es que dentro del mismo sentido común, ¿no tendría
que haber de parte del gobierno un plano, un esquema del futuro? Y si no hay,
que lo inventen! Como puede ser que tanto tiempo no tendrían una alternativa
para presentar y tranquilizar un poco a la gente? Pues, no habría. Ni habrá.
Improvisación total. "La justicia ganará" (A ver, ¿porque, cuando
ha ganado lo justo?). El argumento del primer ministro, seis días antes del
referéndum, cuando los periodistas le preguntaron sobre el grexit ha sido "Grecia siempre pertenecerá a la Europa. La
Europa se ha creado por la cultura griega. El pueblo griego no es ni asiático,
ni africano. Es europeo y siempre lo será". Pues, muchas gracias por la
información. No podía creer en lo que escuchaba.
Personalmente, nunca apoyé a SYRIZA como a ningún otro
partido y desconfío mucho en el gobierno actual. No me los creía capaces de
gestionar la situación y al mismo tiempo me sorprende a mí propia, la simpatía
que se me genera de repente (desde hace dos días), de un día para el otro,
Tsipras. A veces hasta le admiro por su esfuerzo increíble, aunque no
consigo siempre interpretar bien sus actos de negociación. Tengo siempre esta
sensación, como si estuviera mirando una película que todo acaba (o empieza)
con una partida de póker (que por cierto, no sé jugar) y puedo ver a las cartas
de los participantes, escuchar que uno tras el otro lo vea o
que va de paso, pero no soy capaz de reconocer quien y como gana al
final. La escena como bien sabemos acabará con las cartas abiertas sobre la
mesa, enfoque a dos manos que agarran una montaña de marcas.. y ya. Pero, se me
escapa el resto.
También es importante señalar la pésima gestión de la tan
discutida pregunta del referéndum. No sé en que medida se ha trasmitido en
españa todo el discurso sobre la ambigüedad del dilema presentado. Hubo una
metáfora bastante elocuente, según la cual el dilema puesto se resumía en lo
seguiente: "Tu vida o tu dinero" y infelizmente vimos que muchos
espontáneamente pensarían en su dinero. La dicotomía de opiniones que se generó
en el país ha revelado una serie de intereses y argumentos (a menudo de
desespero) en la dirección de que no se consigue imaginar ser independientes
del euro, del prestamos y del todo que esto implica. Ni se habla de si podemos,
a lo mejor no, pero no queremos arriesgarlo. Hay una expresión griega que
dice "no queremos chulos sobre nuestras cabezas" y me parece que
la gran decisión del futuro de grecia se basa ya en un hecho inevitable. Es
decir, los chulos no los quitaremos de encima. La cuestión es qué tipo de chulo
preferimos. Americano, alemán, ruso o una versión de coalición poderosa, la de
siempre..
Sinceramente, me parecen una peor que la otra y ya no tengo
palabras para expresar mi rabia hacia Merkel, Schäuble o Pablo Iglesias
(sí, esos van a mi top3 de la lista de la semana).
Y acabo. Esta mañana recibí un mail de parte de
una amiga en Grecia. El tema ponía "Minotauro" y el texto a seguir
era nada más que dos líneas:
Apenas ayer el gobierno griego les ha entregado todo el
futuro del país y hoy piden más garantías. E! entonces que mandemos a Minotauro
siete hombres jóvenes y siete mujeres jóvenes. A ver si así se tranquiliza el
monstruo.
Salut.