La fotografía es de Mikel Ortiz
Comentario enviado a Megan Saltzman sobre la noción de "espacio público" en abril de 2023.
En la ciudad capitalista todo el espacio es privado
Manuel Delgado
Megan, esto que planteas tiene que ver con la dificultad de determinar de qué estamos hablando cuando hablamos de "espacio público". Formalmente, espacio público puede querer decir espacio de titularidad pública. Así, en efecto, espacio público es una calle o plaza, pero también lo es, por ejemplo, el aula donde doy clase, la piscina municipal a la que vas a nadar o el consultorio donde te atiende el médico del CAP.
En ese sentido, el espacio se supone que o es público o es privado. Como dicen Mikel y Pedro, espacio comunitario es espacio privado de uso compartido, como el trastero de una finca o la piscina de un condominio. Pero ese espacio es privado, en tanto tiene propietario privado y solo es accesible a propietarios.
Otra cosa es espacio público como lugar público, es decir lugar de libre concurrencia. Ese espacio es aquel al que todas las personas pueden entrar y pueden ser públicos o privados. Hay espacios públicos de propiedad privada, como un centro comercial, de igual forma que hay espacios públicos que se cierran a cierta hora, como los parques. Un ejemplo es nuestra propia facultad, en la que els porxos son un espacio público que no es accesible siempre, porque los festivos y de noche están cerrados.
No olvides que hay espacios semipúblicos, a los que se accede, pongamos por caso, pagando una entrada o haciendo una consumición. Por ejemplo, un museo es un espacio público semipublico y un bar es un espacio privado semipúblico. Por tanto, espacio público puede remitir a una titularidad o a una accesibilidad.
Así, en relación con lo que preguntas, la terraza de un bar es un espacio privado en el espacio público y se ofrece como la posibilidad de sentarte, pero no puedes hacerlo si no gastas porque las sillas son privadas, no son bancos públicos. Pero también se plantea la cuestión de los espacios públicos de difícil acceso, por supuesto, pero también aquellos que están escondidos, como los interiores de manzana en el Eixample convertidos en parques infantiles.
Por último, fíjate que el asunto está de la máxima actualidad en Barcelona en la problemática de los búnkers del Carmel, que plantea una cuestión como la de la restricción del acceso público a un lugar público, como ha pasado en el Parc Güell.
Y aún otro tema también de actualidad. Las llamadas supermanzanas están concebidas como lo que preguntas: una suerte de híbrido entre espacio público y espacio privado-comunitario, en tanto mantienen su estatus de espacios de libre acceso y titularidad pública, pero en realidad se exhiben como recuperación del espacio para una supuesta comunidad de propietarios, que es la de las viviendas que la adoptan como espacio interior. Son espacios públicos arrebatados al mundanal ruido y que se conciben como comunitarios.
Pero hay más. Richard Sennett explica que, en una conversación privada con un responsable de urbanismo de Barcelona, se le dijo que la voluntad última de las supermanzanas es la de generar espacios libres de turistas, lo que conecta las supermanzanas con los casos del Parc Güell o los búnkers o cómo impedir que los espacios públicos sean accesibles a todo el mundo, incluyendo a los turistas. Eso lo explica en la página 301 de la edición de Anagrama de Construir y habitar.
Por último, no olvides que todos los espacios de los que hablamos tienen derecho de admisión. Está claro en los espacios de propiedad privada, pero también en los de titularidad pública. Las normativas "cívicas" y la policía son quienes, en este último caso, se encargan de gestionarla.
