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BREVE APUNTE SOBRE
LA "SOCIEDAD CIVIL"
Manuel Delgado
Se repite en los
discursos politicos actuales que hay que atribuirle un papel central a la
"sociedad civil" y se hace sin tomar consciencia de su origen y su
significado. Cabe recordar que, en tanto que instrumento ideológico, la noción
de sociedad civil se correspondería bastante bien con algunos conceptos que
Marx propusiera en su día. Uno de los más adecuados, tomado de la Crítica a
la filosofía del Estado de Hegel, sería el de mediación, que expresa
una de las estrategias o estructuras mediante las cuales se genera un territorio
en el que hubieran quedado cancelados los antagonismos sociales. El Estado, a
través de tal mecanismo de legitimación simbólica, puede aparecer ante sectores
sociales con intereses y objetivos incompatibles –y al servicio de uno de los
cuales existe y actúa– como ciertamente neutral, encarnación de la posibilidad
misma de elevarse por encima de los enfrentamientos sociales o de arbitrarlos,
en un espacio de conciliación en que las luchas queden como en suspenso y los
segmentos confrontados declaren una especie de tregua ilimitada. Ese efecto se
consigue gracias a la ilusión real, y
por tanto ilusión eficaz, de que las clases y los sectores enfrentados disuelven
sus contenciosos, se unen, se funden y se confunden en intereses y metas
compartidos.
Las estrategias de
mediación hegelianas -como la basada en la supuesta sociedad civil- sirven en realidad, según Marx, para camuflar toda
relación de explotación, todo dispositivo de exclusión, así como el papel de
los gobiernos como encubridores y garantes de todo tipo de asimetrías sociales.
Se trata de inculcar una jerarquización de los valores y de los significados,
una capacidad de control sobre su producción y distribución, una capacidad para
lograr que lleguen a ser influyentes, es decir para que ejecuten los intereses
de una clase dominante, y que lo hagan además ocultándose bajo el aspecto de
valores supuestamente universales. La gran ventaja que poseían –y continúa
poseyendo– las nociones abstractas con que se argumenta toda mediación es que
podía presentar y representar la vida en sociedad como una cuestión teórica,
por así decirlo, al margen de un mundo real que podía hacerse como si no
existiese, como si todo dependiera de la correcta aplicación de principios
elementales de orden superior, capaces por sí mismos –a la manera de una nueva
teología– de subordinar la experiencia real –hecha en tantos casos de dolor, de
rabia y de sufrimiento– de seres humanos reales manteniendo entre sí relaciones
sociales reales.