La foto es Marc Javier-Kohan |
Comentario para Lucrecia Porta, doctoranda
SOBRE LOS SONIDOS DEL SILENCIO
Manuel Delgado
Es sobre lo que decias de los sonidos que se ven y
las miradas que se escuchan. Te decia que no era solo una imagen poética, sino
que realmente es asi. De hecho, las prácticas viandantes —la esencia misma de
lo urbano— se apropian de los espacios por los que circulan y que, al hacerlo,
generan, son ante todo cuerpos rítmicos, en el sentido de que obedecen, en
efecto, a un compás secreto y en cierta manera inaudible, parecido seguramente
a ese tipo de intuición que permite bailar a los sordos y que, como los
teóricos de la comunicación han puesto de manifiesto, está siempre presente en
la interacción humana en forma de unos determinados “sonidos del silencio”, que
es como se titula un texto de Edward T. Hall y Mildred R. Hall, “Los sonidos del silencio“, en
Honorio Velasco, ed., Lecturas
de antropología social y cultural (UNED).
Pero no es tanto que el sonido pueda verse,
sino que la visión puede recibir una pauta sutil de organización por vía
auditiva. De ahí que, para E.T. Hall, por ejemplo, las personas que
interaccionan y que intentan ser mutuamente previsibles, “se mueven
conjuntamente en una especie de danza, pero no son conscientes de sus
movimientos sincrónicos y lo hacen sin música ni orquestación consciente”. Hall
es el autor de referencia de la cinésica la cinésica, es decir del estudio de
los aspectos visuales de comunicación no verbal interpersonal o y esto que te
he escrito está en "Ritmo y comportamiento corporal",
en Más allá de la cultura (Gustavo
Gili).
Toda la aplicación a los lenguajes corporales de
la lingüística descriptiva y estructural –de la que seguro que sabes tú más que
yo– vendría en soporte de una lectura en clave coreológica de la actividad
cotidiana de los seres humanos haciendo sociedad entre ellos en lugares
públicos. Es decir pondría de manifiesto cómo las personas que comparten un
mismo espacio-tiempo llevando a cabo actividades diversas podrían ser
sorprendidas siguiendo un mismo compás, coordinando la cadencia de sus
respectivas acciones como si estas respondieran al son de una melodía inaudible,
pero visible. Por ejemplo, Goffman, en Relaciones
en público (Alianza), habla de lo
que llama “pauta de paso seguro”, consistente en que las personas que usan una
misma vía en una misma dirección tienen tendencia a mantener una mismo paso de
locomoción, acompasar su caminar, manteniendo entre ellas una misma distancia
relativa. Fíjate y verás.
En eso consistía, para E.T. Hall por ejemplo, la
aplicación de una noción comúnmente empleada como la de sintonizar, refiriéndose al papel nada secundario del cuerpo en la
comunicación verbal y que consiste en coordinarse con los demás cuerpos
copresentes, como si estuvieran todos bajo el control de un coreógrafo
invisible, manteniéndose unidos por una corriente oculta e inconsciente de
movimientos sincronizados, siguiendo una música que no se escucha, pero, como
dices, se ve.
Y mira qué ilustración más perfecta. ¿Te acuerdas
de este anuncio de Volkswagen Jetta? Se titulaba, naturalmente, "Sinchronicity".