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Nota para Mikel Fernandino, amigo y poeta
SOBRE LOS NIVELES DE TIPIFICACIÓN DE LOS CULTOS UFO
Manuel Delgado
Lo que yo te proponía, y ahora te formalizo, es que te fueras aproximando a tu asunto –el caso de los avistamientos y contactos UFO en Montserrat– a través de una serie de círculos concéntricos. El más amplio sería, como te dije, el que los instalaría en un sistema de muy amplio espectro que incorporaría el conjunto de técnicas de comunicación con los trasmundos que se caracterizarían por desarrollarse por medio de ejes arriba-abajo y transportes verticales –ascensión-descenso. Como recuerdas, ese sería el principio de todas las técnicas extáticas que se agrupan bajo el título de chamanismo, siguiendo el criterio que, tomando del esquema de Mircea Eliade, formaliza Luc de Heusch en Estructura y praxis (Siglo XXI). Supongo que conservas el pdf que hice para Antropología Religiosa; si no te lo mando.
De ahí pasas al círculo siguiente, que es el de una matriz
judaico-cristiana que, de raíz, y por su propio origen geográfico –Oriente
Próximo, dentro de la “zona chamánica” euroasiática y con escasa presencia de
cultos más o menos inspirados en las variantes norteafricana del bori –, habría
incorporado todo tipo de mitos basados en ese principio de comunicación con
instancias situadas físicamente y procedentes de “arriba” o “abajo”, es decir
del Cielo o del subsuelo u otros submundos inferiores. Ahí no te voy a dar
ejemplos porque hay tantos como quieras, hasta el punto que –excepto en el caso
mixto de la mística– cualquier irrupción de lo sagrado en la esfera ordinaria
funciona como un “descenso”. Si te apetece leer algo, por la cosa meramente
erudita, hazlo sobre la influencia esenia en la conformación de lo que luego
sería la secta de los esenios en el contexto judaíco. Hay mucha morralla,
pero hay cosas que están bien, como Los
manuscritos del Mar Muerto, de Herkel Shanks (Paidós).
Luego vamos acercándonos al tema a partir de ahí siguiendo dos vías.
Una más teológica, que sería la relativa a la angeología, que nos interesa
porque la retomameremos luego ya en contexto actual new age. La otra relativa a
todo lo asociado a las apariciones en el contexto del catolicismo popular, que
concretarían esa lógica descensional. Ahí por supuesto que el trabajo de
William Christian es fundamental. No sólo Las
apariciones de Ezquioga (Ariel), sino también, por ejemplo, sus Apariciones en Castilla y Cataluña. Siglos
XIV y XV (Nerea). Gran tipo este William. Coincidí con él en un congreso
sobre lugares sagrados y espacios de santidad que montaba la Università degli
Studi de l’Aquila, lo que para mi fue una magnífica oportunidad de agradecerle
personalmente lo que le debía a su artículo sobre apariciones marianas en la
compilación clásica de Carmelo Lisón Tolosana, Antropología Social en España (Akal).
No te vayas a olvidar de que tenemos una compañera –y amiga–en el
Departamento que ha trabajado este tema de las visiones. Me refiero a la
siempre querida Josefina Roma. Busca, por ejemplo, el artículo sobre las
apariciones de San Antonio Abad en el número 9 de la Revista d’Etnologia de Catalunya. Estos trabajos sobre apariciones
–o si quieres avistamientos–de lo sagrado en el catolicismo popular es básico.
No pierdas de vista que estamos hablando de Montserrat, con todo lo que ello
implica.
Y siempre en los mismos términos: comunicación entre mundos, de los
cuales en uno –situado “arriba”– residen las instancias que distribuyen y
asignan los sentidos a la experiencia, y otro “abajo”, donde residen aquellos
cuya experiencia requiere permanentemente ser dotada de significado a partir
del recurso constante a fuentes que, como queda claro, son siempre de orden
celestial y “desciende” para manifestarse, distribuyendo instrucciones,
órdenes, profecías o interpretaciones. No olvides la otra variante, que es la
de que sean los mortales —o más bien algunos de ellos considerados competentes
o elegido para ello– quienes “suban” o “bajen”, en nuestro caso hacia las
regiones celestiales –“modelo Elias”– o hacia el submundo infernal –“modelo
Orfeo”.
De ahí pasamos a movimientos religiosos o criptoreligiosos más
cercanos, asociables a las diferentes corrientes reformistas o incluso revolucionarias,
en los que esta lógica de la comunicación –es decir del “contacto”– usando un
eje vertical –el famoso axis mundi. Por centrarnos en el caso de las
denominaciones protestantes, tendríamos ahí todas las que –por su analogía con
nuestro caso– suelen tipificarse como carismáticas y/o apocalípticas, al menos
siguiendo la propuesta clasificatoria de Bryan Wilson y su Sociología de las sectas religiosas, que continuo teniendo como mi
manual de consulta favorito. Sobre carisma y milenarismo en general ya tienes
bibliografía más que suficiente, pero te sugeriría que te detuvieras en un par
de corrientes quiliastas que entienden la parusía de manera especialmente
literal, entendiendo que el Advenimiento profetizado se produce en forma de
rescate. La salvación es, repito, en estos casos al pie de la letra, como la
que implicaría la recuperación de los supervivientes de ese cataclismo que
sería Armageddón, en este caso elegidos de acuerdo con la premisa calvinista de
la gratuidad de la Gracia.
Ejemplo de este tipo de sectas escatológicas serían todas las
descendientes del profetismo millerista del XIX, de las que los testigos de
Jehová serían la manifestación más potente y duradera. El caso de los testigos
me parece especialmente interesante porque en realidad la manera como se
describe el transporte a la esfera
celestial de los ungidos en 1914 es la de una auténtica abducción. Por cierto,
si quieres una buena guía para el trabajo de campo con movimientos religiosos,
te recomiendo el trabajo con testigos de Jehová de Juan Manuel García Jorba, un
día alumno, hoy buen amigo y colega, que trabaja ahora en el Departamento de
Sociología de la UB. Hay cosas suyas en la red sobre el tema, pero te destaco
su Diarios de campo (CIS), donde
además de saber más sobre los testigos, nos da orientaciones muy valiosas sobre
esa técnica metodología para un trabajo sobre el terreno.
Otra tendencia sectaria interesante sería la que Wilson llama
manipulacionista, que precedería lo que en los cultos UFO es la confianza ciega
en las virtudes redentoras de la tecnología, ese desplazamiento de la
sobrenaturlalidad a la “superciencidad” que encarnaría a principios del siglo
XX Ciencia Cristiana y ha llegado a nuestros días de la mano de la Iglesia de
la Cienciología y Dianética.
Por último, es cierto que los cultos UFO no arrancan en la
contracultura de los 60, pero sí que conocen una difusión especialmente intensa
en la expectativa escatológica de la Era Acuario. Ahora o en otro momento
échale un vistazo a los dos textos clásicos al respecto: El nacimiento de una contracultura, de Theodore Roszak (Kairós) y El supermercado espiritual, de Robert
Greenfield (Anagrama). Y, bueno, de ahí, y como parte de su banalización y su
mercantilización, la contracultura conduce a los cultos UFO al macrosincretismo
o mejunje “espiritual” que es New Age. La bibliografía ahí es abundante.
Empieza con el básico: La conspiración de
Acuario, de Marilyn Ferguson (Kairós). Luego sigues con Paul
Helas, The New Age moviment
(Blackwell) y Wouter J. Hanergreaff, New Age Religion and Western Culture (Brill).
Tenemos entonces completado el sistema de círculos temáticos
concéntricos, del más amplio al más concreto y actual. Funcionaría más o menos
así: chamanismo, lógicas ascenso-descenso en el complejo judaico-cristiano, angeología,
aparacionismo católico popular, cultos carismáticos, milenarismos adventistas,
cultos manipulacionistas, contracultura, new age...
En cuanto a lo que
se ha publicado, hay bastante cosa. De entrada hay que rendirle un tributo al
trabajo de Ignacio Cabría del que conoces sólo una parte, importante sin duda,
que es su libro, el en tantos sentidos fundamental Entre ufólogos, creyentes y contactados (Cuadernos de Ufología).
Recuerdo perfectamente a Nacho, que fue lo que suele llamarse un alumno
aventajado, cuando vino a despedirse de mí antes de irse a trabajar a
Mozambique. No le he vuelto a ver, pero he seguido un poco su trabajo. Entra en
la página www.anomalia.org/e001.htm, donde tienes las actividades de la
Fundación Anomalía y su revista Cuadernos
de Ufología, de la que deberías revisar todos los números. En el 2002
publicó Ovnis y ciencias humanas. Un estudio temático de 50 años de bibliografía, también en la editorial Cuadernos de Ufología. Para que te la aprendas de memoria cuando pasemos a la fase-tesis. Me parece que preparaba su tesis en la Complutense, pero no sé sobre qué exactamente ni quien se la lleva. Por cierto, ahora me acuerdo que publico en Antropologies, una revista de estudiantes de antropología de la UB, un artículo sobre Rama. Tengo todos los números; te lo buscaré.
Te adelanto algunas cosas que he encontrado. Casi todo lo que te voy a decir está en la red. Para empezas una perspectiva general muy completa, en plan balance, te la da John Saliba, "The Study of UFO Religions”, Nova
religio 10:2 (2006): 103-123.
Una autora de la que no vas a poder a prescindir es Diana G. Tumminia,
que hizo un trabajo interesantísimo con los unarianos asentados en El Cajón,
California. Estuvo con ellos a lo largo de más de una década. Lo publicó
en When Prophecy Never Fails. Myth and
Reality in a Flying-Saucer Group, New York: Oxford University Press, 2005.
También “In the dreamtime of the saucer people: Sense-making and interpretive boundaries
in a contactee group”, Journal of Contemporary Ethnography 31:6 (2002): 675-705,
y “When prophecy passes unnoticed: New perspectives on failed prophecy”,
Journal for the Scientific Study of Religion 38:1 (1999): 119-131.
Como sabes los unarianos son un poco parientes de los eterianos. Se
parecen bastante. Mírate un texto antiguo pero que está muy bien. “The
Aetherius Society: A case study in the formation of a mystagogic congregation”,
de Roy Wallis, Sociological Review
22:1 (1974): 27-45. Acerca de los raelianos: Susan J. Palmer: “The Raelians are coming: The future
of a UFO religion”, en Madeleine
Cousineau (ed.), Religion in a Changing
World. Westport, Connecticut: Praeger, 1998, pp. 139-146, y Aliens Adored. Raël's UFO Religion, New
Brunswick, New Jersey: Rutgers University Press, 2004.
He encontrado un artículo en que compara abducidos con víctimas de
sectas satánica. Has de dar con el: “Supernatural support groups: who
are the UFO abductees and ritual-abuse survivors?”, de Christopher D. Bader, Journal for the Scientific study of Religion
42:4 (2993): 669-678. Otro: Brenda Denzler, The
Lure of the Edge: Scientific Passions, Religious Beliefs, and the Pursuit of
the UFOs, Berkeley: University of California Press, 2001. En la línea de
enfatizar el aspecto escatológico: Chris Bader, “When prophecy passes
unnoticed: New perspectives on failed prophecy”, Journal for the Scientific Study of Religion 38:1 (1999): 119-131,
más el resumen –que está muy bien– “The UFO contact movement from the 1950s to
the present”, Studies in Popular Culture
17:2 (1995): 73-90.
Básico: James R. Lewis, ed. The Gods
Have Landed: New Religions from Other Worlds, Albany: State
University of New York Press, 1995. Es lo más completo para mí que puedes encontrar sobre el tema. La
mayoría de aportaciones son estudios de caso y el marco teórico es espléndido. En
esta compilación no te pierdas la contribución de J. Gordon Melton, “The
contactees: A survey”. No olvides que tu asunto pertenece al ámbito ya de los
encuentros en tercera fase casi. Te irá muy bien el resumen que hace John
Saliba, aunque en su caso desde la psicología social: “Religious dimensions of
the UFO phenomenon”. También hay otro texto de Tumminia sobre los unarianos,
otro de Susan Palmer sobre raelianos… Están todos y todo sobre el tema, al
menos de lo hecho hasta el 95. Por cierto, la aportación de Palmer sobre los
raelianos enfatiza la variable género. Interesante. Se
titula: “Women in the Raelian Movement: New religious experiments in gender and
authority”.
El caso de la Puerta
del Cielo ha tenido algunos abordajes interesantes y serios: Robert W. Balch, “Bo and Peep: A case study of
the origins of messianic leadership”, en Roy Wallis (ed.), Millennialism and Charisma. Belfast: The Queen's University of
Belfast, 1982, pp. 13-72. De este Balch, un auténtico pionero, estaría bien que
leyeras, por ejemplo, “Looking behind the scenes in a religious cult:
Implications for the study of conversion”, Sociological
Analysis 41:2 (1980): 137-143; “Seekers and saucers: The role of the cultic
milieu in joining a UFO cult”, American
Behavoral Scientist 20;6 (1977): 839-860. Con David Taylor este hombre
publicó en 1976, “Salvation in a UFO”, en Psychology
Today 10:5 (Oct.): 58-66, 106.
Una cosa antigua,
enfocada desde una perspective interaccionista: “The flying saucerians: An open
door cult”, de H. Taylor Buckner, en Marcello Truzzi, ed., Sociology and Everyday Life. Englewood Cliffs, New Jersey:
Prentice-Hall, 1968, pp. 223-235.
Y una obra que quiero que leas. Los autores son Leon Festinger, Henry
Riecken y Stanely Schachter y se titula L’Echec
d’une prophétie (PUF). Es del 96 y hay una edición como mínimo en inglés.
No sé si en español, pero no me suena. Piensa que Festinger es el descubridor
en psicología social de la disonancia cognitiva. Pues bien, los autores
estuvieron infiltrados –los psicólogos si que puede hacer investigación
encubierta– en el grupo que se reunió en torno a la mujer que recibió el mensaje
desde el planeta Clarion anunciando el inminente fin de nuestro planeta. Lo que
le interesó es cómo reaccionaron los creyentes cuando se dieron cuenta que el
mundo no se acababa cuando estaba anunciado. Te interesa porque el profetismo
que estudias es un profetismo mensual, puesto que se supone que la gente acude
para comprobar el cumplimiento regular –una vez al mes, cada día 11– de un
anuncio-promesa de los extraterrestres.