dimarts, 15 de març del 2022

Testimonios del remordimiento


Una de las representaciones tradicionales del Ánima Sola

Comentario enviado a Sibila Vigna, cuando era doctoranda, en agosto de 2012.

Testimonios del remordimiento
Manuel Delgado

Me parece genial que te surjan intuiciones y datos que no preveías al iniciar tu aproximación al terreno. Así debe ser. Es lo que en epistemología se llama serendipia, es decir virtud que tiene el investigador de, como las tres princesas de Serendipity del cuento de Walpole, encontrar cosas que no andaba buscando. Ahora lo que tienes es que, con todo lo que estás viendo, tomar una tiza y contornear bien tu objeto de conocimiento. Que te mantengas en el asunto de las apariciones me parece fundamental. No olvides: las almas en pena no pueden pasar a su situación futura y quedan atrapados en el umbral entre el mundo de los vivos y de los muertos porqué tienen una cuenta pendiente que les impide dejarnos del todo. A diferencia del resto inmenso e infinito de fallecidos, que se han desvanecido en el olvido, los fantasmas vagan a la espera de ese ajuste de cuentas que restablezca el orden alterado. 

El alma en pena lo es por su propia pena –el alma penitente– o porqué la atormentar algo que no quedó del todo resuelto en vida. Piensa en todo aquel rollo que escribí sobre la serie Lost, que no habla sino de ese tema de los seres que vagan entre mundos. Todo fantasma, en ese sentido, todo aparecido, es una emergencia, es decir la visibilización momentánea de algo que ya estaba ahí, una omnipresencia habitualmente oculta que, a veces, obtiene la posibilidad de salir a la superficie. Eso ya lo hemos hablado y estoy seguro de que está claro.

Todas esas informaciones que tienes y que hablan de almas en pena requieren, en todos los casos, un escrutinio de cuáles son las creencias en el más allá y en el destino de los seres después de la muerte. También en qué condiciones un difunto puede verse impedido de realizar el tránsito y queda, como le decía, atrapado entre mundos, sin poder descansar. Averigüe, por ejemplo, si, como en Brasil, hay tradición espiritista. También la presencia de cultos como el de las Ánimas Benditas. En Buenos Aires compré un cuadro del Ánima Sola y me consta que allí tiene predicamento. No sé si es el caso en Uruguay. Por descontado que me parece perfecto en que localice su investigación en Salto y que tome la abundancia de historias de apariciones como un líquido amniótico que advierte de lo inercial de este tipo de rumores en una determinada zona. Ahora bien…, cuidado. Si no se centra en algún caso concreto lo que acabará produciendo es un reportaje periodístico del tipo “Salto: una ciudad de aparecidos”. Es decir algo superficial que sólo constatará que, en efecto, en esa capital hay muchas casas encantadas y muchas historias de espectros. Pero nada que merezca llamarse trabajo de investigación. O sea que, ya que dice que está desorientada, lo que corresponde es que se oriente, y lo haga hacia un único punto de atención, es decir un asunto que esté dotado de unidad y congruencia.

Un ejemplo a seguir: el de Cristina Cocco, que también tuvo a Bill Christian como profesor en la Autònoma y que está haciendo su tesis sobre apariciones en Cerdeña. He leído su informe de seguimiento y, en efecto. Cristina hace una trabajo de campo basado en entrevistas sobre el universo simbólico relativo al más allá y determinados personajes que se niegan a desaparecer. El repertorio de historias que recoge es variado y lo es también la explicación que recibe; en cambio, ha encontrado una línea en torno a la cual articular su investigación, un asunto que se repite con variantes: el de los condannaus a bius, esto es los condenados. Como es lógico no te puedo pasar ni su proyecto ni su informe, pero sí lo que me ha enviado, que son un par de artículos que te dan idea de lo que está haciendo. Imítala en el criterio que está siguiendo; citándola, claro. Uno de los artículos es “Un objeto de investigación que se convierte en objeto de unión”, Perifèria, 13 (diciembre, 2010), del que sólo tengo la primera y la última página, y “Èssers fantàstics, metamòrfosi i viatges de l’esperit”, Caramella, 26 (diciembre 2011), que está entero. Le mando también el índice, para que veas que los textos se sitúan en tu campo de trabajo, lo que debería tranquilizarla con respecto a la “extravagancia” de su tema.

De todos modos, te subrayo que el trabajo de Cristina Cocco es esencialmente descriptivo y que tú tienes que atreverse a organizar los datos en relación con otros elementos históricos, cultural, sociales, etc. Pero su investigación te sirve de modelo sobre la importancia de establecer unas tipologías de apariciones y aparecidos y “quedarte” con aquellas que te parezcan más intrigantes y creas que tienen un recorrido interpretativo mejor. Es decir, hay apariciones y lugares de aparición, pero nos tiene que interesar un tipo especial de relato y de dramaturgia sobre aparecidos. Elige casos, como quedamos, relacionados con la historia de la represión, contra disidentes o contra indios, o contra ambos. Es decir, algo que le permita hilvanar un argumento que le permita relacional los casos o el caso escogido con una cierta memoria o desmemoria colectivas. Por tanto, sea cual sea el escenario de su trabajo, le recomiendo que no se aparte de nuestra idea inicial de relacionar su objeto –aparecidos, casas, comunidad– con heridas no cicatrizadas de la historia de Uruguay. Un trabajo como el tuyo tiene que ser sobre aparecidos, que son desaparecidos que se niegan a desaparecer.

¿Sabe cuál debería ser su libro de cabecera para esta investigación? Pues se lo diré: Las venas abiertas de América Latina, de Eduardo Galeano. Es sobre esas “venas abiertas” sobre lo que tienes que escribir. América, Uruguay, Salto…, como tierras del remordimiento, por evocar una vez más contigo el título de la genial obra de De Martino.

Te prometo que cuando recibí tu mensaje estaba a punto de escribirte. He pensado en ti leyendo cosas de mi amigo y maestro Francisco Ferrandiz acerca de ciertas modalidades actuales de espiritismo “juvenil”, por así decirlo, en Venezuela, asociado a su vez con el culto a María Lionza. Me parece interesantísimo –y muy útil a efectos de tus planes investigadores– la manera como Paco pone el acento en el papel de la memoria y el pasado, sobre todo como reconoce como “heridas de la historia” las lesiones rituales que se infringen los jóvenes durante el trance. Ya sabes que este hombre –que tuvimos hace poco en el tribunal de la tesis de Vladimir Montoya– es quien está aportando una visión antropológica al tema de los desaparecidos en España. Ya hemos hablado de este aspecto de su obra. Pero lo que me interesa es que sigas también ese otro ámbito que es el del espiritismo marialionzano. O sea que me buscas de Ferrándiz no sólo lo de las fosas comunes en España, sino sus trabajos de temática espiritista. Te mando algunas cosas que me ha ido enviando: “Fosas comunes, paisajes del terror”, Revista de Dialectología y Tradiciones Populares,  2009, enero-junio, vol. LXIV/1; y más cosas en inglés, todo sobre el tema de las exhumaciones, que es, no lo olvides. Hay muertos que se exhuman ellos mismos. Eso es un aparecido: un autoexhumado.

Paco da pistas interesantes que tienes que seguir. Por ejemplo, la noción de “recreaciones de la desmemoria” de Yolanda Salas, en su artículo “La cárcel y los espíritus guerreros”, en Tribuna del investigador, V(1), 1998.  En uno de los textos, cita un material que deberías buscar: es de G. Gatti, 2008. El detenido-desaparecido: Narrativas posibles para una catástrofe de la identidad. Montevideo: Trilce. No lo he leído, pero pongo la mano en el fuego por que te va a ser útil.

Toda la cuestión de la memoria y la relación entre memoria colectiva e historia le interesa. Creo que quedó claro. El caso español es interesante y de ahí nuestro interés en los aportes de Paco Ferrándiz. No en vano, en el caso español se habla –y Paco titula así uno de los textos que le mando– del retorno de los “fantasmas” de la guerra civil, con lo que la analogía es explícita. Pero déjeme que le diga que hace poco, repasando la librería, me reencontré con cosas que me había regalado gentilmente Joan Ramon Resina, de la Cornell University, que le podrían valer. Una de ellas es una compilación publicada por Vervuert Iberoamericana cuyo título me hizo pensar en lo que prevé hacer. Se llama Casa encantada. Lugares de memoria en la España constitucional (1978-2004).




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