Antonio Baños, Posteconomia. Hacia un capitalismo feudal, Libros del Lince, Barcelona, 2012.
Ya ha quedado claro que la crisis no es una crisis. Se trata de un auténtico asalto al poder absoluto por parte de las élites del capitalismo global. Unas élites financieras que utilizan el dogmatismo neoliberal de políticos y economistas para llevar a sus máximos históricos la transformación de la humanidad entera en millones de siervos atemorizados y empobrecidos. Es la Nueva Edad Media.
Instalados en la crisis, comprobamos día a día que ésta es la excusa perfecta para un asalto al poder absoluto por parte de las élites financieras del mundo. En paralelo, justificando toda clase de desmanes, la economía se ha convertido en dogma religioso impuesto por la lógica de los mercados, y amenaza con el infierno a todo el que se atreva a disentir.
La crisis es el arma fundamental de la «posteconomía», nueva fase del sistema en el cual el capitalismo está mutando hacia una forma inédita del feudalismo: recorte de libertades y prestaciones sociales, extensión sin límites de la pobreza y sustitución del pensamiento por la autoridad teocrática de los economistas, que nos amenazan con el infierno si nos atrevimos a disentir.
Con una prosa rebosante de ironía y humor, Posteconomía. Hacia un capitalismo feudal muestra con erudición implacable y gran pasión un retrato del futuro que nos espera si no somos capaces de reaccionar, organizarnos y liberarnos de las deudas y de sus amos.
Un libro que nos muestra que esto tiene solución: se llama anticapitalismo. Ser antisistema en un mundo de fanáticos se convierte en una postura ponderada, razonable, adulta y decente.