Necrológica dedicada a Jacques Soustelle con motivo de su desaparición, publicada en El País el 8 de agosto de 1990. A hacer notar que la información sobre su muerte abordaba
aspecto que el artículo que firmé renunciaba a recoger, como era el papel de
Soustelle como gobernador de Argelia, su feroz oposición al proceso
descolonizador, su vinculación a la OAS y su exilio, consecuencia de la
persecución de que fue objeto por sus actividades terroristas de extrema
derecha. La fotografía de la entrada lo muestra en un acto público el 18 de
mayo de 1958, es decir en el marco del golpe de estado del ejército francés en
Argelía contra la IV República. Lo acompañan los generales Salan, Dulac, Jouhaud,
Massu y Allard, algunos de los cuales fundarán más tarde la OAS.
LA ALEGORÍA
MEXICANA
Manuel Delgado
Lévi-Strauss le reprochaba a Georges Gurvitch no entender
nada de nada del valor que había que asignar a la representación que del
espacio se hacía en cada cultura,' le remitía a una de las pruebas de cómo esa
preocupación había estado siempre presente en la propia tradición etnológica
francesa: La pensé cosmologique des
anciens Mexicains, una auténtica obra maestra escrita por Jacques Soustelle
en 1940. Soustelle pertenece -con Bloch, Granet, Dumezil, Griaule, etcétera- a
aquella extraordinaria generación intermedia entre los padres fundadores de la
antropología francesa, esto es Durkheim, Mauss y la escuela de L'Année Sociologique y el advenimiento
de la etnología estructural.
Su aportación es estratégica en varios planos. Como
arqueólogo e historiador se erige en uno de los grandes estudiosos y
divulgadores de la cultura azteca, entre cuyas obras el lector español conoce La vida cotidiana de los aztecas en vísperas
de la conquista (FCE, 1956), El arte
del México antiguo (Juventud, 1969) y la divulgativa Los aztecas (OiKos-tau, 1986). En tanto que etnógrafo destacan sus
trabajos sobre el grupo otorni y opame y sobre los lacandones así como una
magnífica monografía: Tequila, un village
naualt du Mexique.
Soustelle cultivó un género de literatura etnográfica que la
antropología más: actual ha reivindicado como es ese relato de viaje en que las
categorías subjetivas y objetivas aparecen inter seccionadas. Es el caso de
Mexique (1937). Tampoco faltó a la cita con la etnomelancolía ese estilo
apesadumbrado que puso de moda el Tristes
trópicos de Lévi-Strauss. El resultado fue su obra más celebrada: Los cuatro soles (Guadarrama, 1980).
Cabe formularse una pregunta con respecto a la obra
científica de Soustelle, una pregunta que remita a esa lógica oculta que guía
el desarrollo vocacional de todo ser humano: ¿por qué México? La debilidad
mexicana del que fuera director del Musée de l'Homme debe ser puesta en
relación con el valor de México como modelo. Por lo que hacía al pasado, era un
país en que la miscelánea resultante de la presencia europea no presentaba
crispaciones, donde indio no equivalía a un insulto y cuyo proceso de mestizaje
discutía la condición intrínsecamente perversa que muchos atribuían al hecho
colonial.
En cuanto al presente, en la época en que Soustelle debe
tomar una opción de vida, México es como la Unión Soviética un oráculo al que
inquirir el significado mismo de la historia Del mismo modo México es la prueba
de que tal significado no existe y de que todo cambio constituye una farsa
estéril. Por otra parte, el ocaso del imperio azteca se erigía en la trágica e
inmejorable ilustración de lo efímero de las grandes civilizaciones.
La historia de México no es otra cosa que la Historia,
"hecha de impulsos en seguida quebrantados, de algunos progresos, de
pesados estancamientos y profundas regresiones; caos tempestuoso, desprovisto
de sentido visible"-, Soustelle muere justamente ahora, cuando su alegoría
mexicana se está revelando más lúcida y anticipadora que nunca.