La foto es de Cristian Rodríguez Pérez. Procede de https://www.instagram.com/ cristian_ppcc
Comentario para la gente del OACU en el marco de una discusión a propósito del concepto de cultura. Enviado en diciembre de 2021.
Sobre la cultura y otros conceptos oscuros
Manuel Delgado
Lo correcto es reconocer la génesis del concepto que en antropología hacemos de cultura para resumir la capacidad humana de generar universos. Esa raíz –Pitt-Rivers y Bueno tienen razón– se encuentra en el concepto escolástico de gracia habitada o habitus –de ahí también bebe Bourdieu–, relativa al diferencial del ser humano como animal divino. Es a este a quien Dios encarga y procura la competencia para completar una Creación que Él deja inacabada para que los humanos la continuemos hasta el advenimiento de su Reino y el fin de los tiempos.
Todas las definiciones de cultura tienen esa fuente, aunque no es raro que no la mencionen porque tampoco la conocen. Eso vale tanto para las perspectivas culturalistas, que entienden la cultura como conjunto de las tecnologías, como las sociologistas, para las que la cultura es la forma que adoptan las relaciones sociales.
Lo que nos hacer a los humanos "culturales" y no "naturales" es que los seres de la naturaleza -los animales- viven en el mundo, mientras que nosotros creamos en que vivimos.
Y, hablando de sociedad... A mí me parece que cuestionemos el uso del concepto "cultura", pero no veo por qué no podríamos hacer lo mismo con ese de "sociedad". Leeros algo acerca de de dónde viene esa noción y para qué sirve y sirvió. Os recomiendo "La invención de lo social", de Jacques Dönzelot (Traficantes).
A ver, cultura o sociedad son conceptos. Un concepto es un instrumento cognitivo que nos permite pensar o al menos nombres hechos complejos que abstraemos para hacerlos inteligibles y, de paso, controlarlos. Los conceptos tienen algo de magia. Tenemos la convicción de que lanzándolos contra o sobre la realidad esta se nos someterá. Es una forma inútil e ingenua de pensar que si tenemos el concepto adecuado y lo pensamos y lo pronunciamos sin defecto formal, como un rito de sortilegio.
Por eso hemos de continuar usando conceptos de significado vacío y variable, porque en su inefabilidad está la clave de su eficacia. Como decía Bateson en su postfacio de Naven, si quieres aclarar la realidad usa categorías oscuras, porque si son categorías claras y bien definidas lo complicarás todo.
En fin, que este es mi consejo. Continuemos empleando el concepto cultura hasta que encontremos un concepto todavía más confuso y opaco que nos ayude mejor a creer que entendemos algo.