Una de las experiencias más interesantes con las que me he
topado en los últimos tiempos –y a la que he procurado contribuir en lo que he
podido– es Repensar Bon Pastor, una
iniciativa de intervención al mismo tiempo militante y disciplinar que hace
años que llevan a cabo conjuntamente científicos/as sociales y arquitectos/as, que en un cierto momento acudieron en apoyo
de un grupo de vecinos en lucha de las Cases Barates de Bon Pastor —la
asociación Avis del Barri— en contra de la condena a la desaparición a que las
autoridades municipales habían abocado la barriada, levantada a finales de los
años 20 para albergar a las familias trabajadoras que habían acudido a
Barcelona para las obras del metro y la Exposición Universal de 1929. Mirad su
excelente página repensarbonpastor.wordpress.com/.
La imagen de la entrada la he tomado de allí.
Entre las iniciativa de Repensar Bon Pastor, una de ellas
fue convocar un concurso de ideas que se
convocó a través de la International Alliance of Inhabitants. Se recibieron más de 150
inscripciones procedentes de todo el mundo. Sobre los proyectos presentados se
llamó a decidir a varios expertos, entre los cuales el urbanista Yves Cabanes,
el arquitecto José Luis Oyón y los antropólogos Michael Herzfeld, Teresa Tapada
y yo mismo. Hay un vídeo —excelente— que refleja en qué consistió el proyecto: vimeo.com/7318712.
El caso es que la gente de Repensar Bon Pastor —en concreto
el coléga antropólogo y entrañable amigo Stefano Portelli— se dirigió a la revista vasca
de antropología Ankulegui para publicar una breve reseña de esta experiencia.
Pues bien, al cabo de un tiempo, desde el consejo de redacción de la revista
una amable contestación en la que se les rechazaba la propuesta porque, literalmente,
“no encajaba en la estructura de la revista”, que es una fórmula estándar para
hacer notar que lo que se pretendía aportar no estaba “a la altura” del “nivel
científico” de la publicación. Es más, se recomendaba redirigir la propuesta a
alguna otra revista más “experimental”,
otro eufemismo para aludir a una publicación menos “rigurosa” en sus criterios
de admisión de materiales que la suya.
Y lo que son las cosas. Finalmente, hubo una revista
seguramente menos “rigurosa” y más “experimental” que finalmente aceptó la
propuesta. Fue en una tal American
Anthropolgist, sin duda la revista de antropología más importante y
reputada del mundo, que publicó la referencia al experimento de colaboración
entre militantes, arquitectos y antropólogos en torno a un problema urbano
concreto. La reseña se tituló “Barcelona’s Repensar Bon Pastor: A Collaboration
of Anthropologists and Architects”, que firmaba Denise Lawrence-Zuniga, de la
California State Polytechnic University. Apareció en su volumen 114/3, pp. 526-527. Lo tenéis aquí: antropologia.cat/files/AmericanAnthropologist114-p526-527.pdf.
Creo que el incidente se comenta por sí mismo. Nada que
añadir a la evidente conclusión que se extrae acerca del altísimo nivel de
exigencia científica de algunas revistas de antropología ibéricas. Así vamos.