dissabte, 17 de novembre del 2012

La encerrona. Testimonio del estudiante Mauro C. sobre la actuación de los mossos d'esquadra la noche del 14N en Barcelona y la suerte de Helena, herida en una trampa policial


Mensaje recibido la mañana del 15 de noviembre de Mauro C., estudiante de doctorado, sobre la actuación de los mossos d’esquadra la noche del 14N, jornada de huelga general en Barcelona, luego de haber acompañado a una compañera herida al hospital. Los nombres que aparecían en el mensaje original han sido sustuidos.

Compañeros y Compañeras:

Helena está bien. Tiene un carácter super fuerte y desde cuando salimos del Hospital hasta cuando nos saludamos a la 1.30 h de la noche estaba bien de animo.

Os explico lo que pasó:

Ayer estuvimos bajando de Jardinets de Gràcia hasta Plaça Urquinaona con la mani anti-capitalista.  Erábamos un grupo de 7-8 personas entre los cuales nosotros dos, Montse, Eladio, Pere, Antoni y otra chica, creo que argentina, cuyo nombre no me sale ahora. 

Cuando llegamos a la plaza hubo dispersión de la gente. De hecho nos encontramos ahí en el medio sin poder ir  hacia ningún lado porque las lecheras cortaban todo tipo de entrada o salida de la Plaza Urquinaona. Nuestra idea era ir a Pl. Catalunya, pero fue imposible. La Ronda San Pere estaba bloqueada por la Guardia Urbana. Decidimos intentar por calle Fontanella cuando de repente empieza a configurarse un panorama dantesco.

De la misma calle Fontanella subían corriendo miles de personas. Algo estaba pasando en Via Laietana. Llegaron una veintena de furgonetas de la BRIMO sembrando el pánico entre la gente en la plaza. Nuestro grupito inicial ya se había separado. Yo, con Helena, Montse y la otra chica intentamos evitar la carga policial bajando por Trafalgar. Y es justamente ahí donde quedamos atrapados. Estábamos con una veintena de personas, con tres furgonetas a nuestras espaldas, corriendo hacia abajo. Antes de poder llegar al cruce con Ortigosa nos dimos cuenta que tres furgonetas intentaban romper una barricada de containers para subir por Trafalgar.

O sea que, muy claramente, en la operación de dispersión se reservaron un momento de descarga de adrenalina. La intención era justamente atrapar un grupo de personas entre las seis furgonetas y la pared y masacrarlas. Cuando nos dimos cuenta que teníamos tres lecheras enfrente y tres a nuestra espalda, yo, Montse y la otra chica paramos con las personas que estaban en ese momento con nosotros con las espaldas a las persianas de las tiendas de calle Trafalgar, lado Besòs. Siete-ocho personas en una persiana, a nuestra izquierda, nosotros en una persiana central y siete-ocho en la de la derecha. Helena, con algún otro, siguió corriendo hacia abajo. A los pocos metros se encontró con esas bestias uno de las cuales –y nunca sabremos quién–  le soltó un porrazo que le partió la muñeca derecha. De ahí Helena siguió corriendo hacia el Arc de Triomf y la perdimos.

Nosotros tres vimos como estaban masacrando a la gente a nuestra izquierda y a nuestra derecha. Nos salvamos por milagro. Un minuto intenso de hostias y fuera. Subieron a la furgoneta y a por otras personas en otro lado. Nosotros tres decidimos meternos en el Born, ya que via Laietana y Arc de Triomf estaban controlados por los maderos. Pasamos delante al Palau de la Musica y parecía el 'girone' de los iracundos. Fuego, piedras, petardos, vidrios rotos... Recorrimos Sant Pere Més Alt, nos metimos dentro de las callejuelas, hasta que tuvimos que entrar en un local porqué encontramos todas las calles cortadas y los policías persiguiendo gente dentro del barrio. Ahí contactamos con Helena. Me explicó lo que le había pasado y lo que le dolía el brazo y le dije de ir al Hospital Clínico. Salimos del bar. Intentamos ir hacia via Laietana.

Circulaban voces que decían que los secretas habían incendiado dos coches de la guardia civil delante de la comisaria. Eso parece ser lo que desencadenó la violencia brutal. Llegamos al cruce entre Sant Pere Més Alt y Laietana y no tuvimos el coraje de pasar: habían como 15 secretas encapuchados, uno al lado de otro. Hubiera podido pasar de todo.

Decidimos ir hacia Arc del Triomf. Volví a llamar a Helena. Justo estaba en un taxi a la calle Comerç  para ir al hospital. Me esperó ahí. Me fui corriendo, subí al taxi con ella y la acompañé. Cuando vi el brazo estaba cierto que estaba roto.

Lo mismo le dijo el médico. La radiografía lo confirmó. La semana que viene la llaman para operarse. En urgencias encontró un chico también con un brazo roto en la calle Trafalgar. Probablemente en aquel momento no eran las únicas víctimas. 

Salimos del hospital a las 23.05 y nos fuimos a comer algo. Dos horas después Helena me dice: "Me había olvidado que un mosso me ha roto un brazo. ¡Hijo de puta!" Concordamos en que, ya que no se podrá saber quien fue, los hijos de puta iban ser todos !Cabrones bastardos!

Esto ayer ha pasado en este país, como en Italia, en Portugal..., países fascistas...;  países del capitalismo de la hostia..... ¡la de la misa y la de la porra!

Hasta la victoria, siempre!

Mauro

P.D. ¡Helena sabe que no estará sola!

[La fotografía es de EFE, corresponde a la noche de los hechos y lugares a los que se refiere el mensaje y está tomada de deia.com]

Canals de vídeo

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