La foto es de Aleix Cortés
Comentario para Dario Lovaglio, doctorando, enviado en septiembre de 2019
SOBRE LA REFORMA DEL NORESTE DE BARCELONA
Manuel Delgado
Lo que
te pido es que veas que la reforma de Pere IV se entiende a partir de la conexión
de esa zona con otras contiguas y con iniciativas de actuación en marcha o previstas. Una de ellas es el llamado Eix Besòs,
que afectaría barrios como el Besòs i Maresme y que está destinado a completar la
reforma de Pere IV y su conversión en “eje cívico y patrimonial” y “polo de atracción de actividad
económica social y cooperativa”, es decir, por plantearlo claramente, prolongación
del 22@. Pero también con el proyecto de reforma de la zona Diagonal-Besós y,
por supuesto, con la puesta en marcha de
las obras en la Plaça de les Glòries, ahora presidida por el edificio Disseny Hub
Barcelona, de Oriol Bohigas, junto a la Torre Agbar, de Jean Nouvel. También la
habilitación de la superilla de
Poblenou, que desertiza varias manzanas, aunque prevé señalizados puntos para las asambleas vecinales
como testimonio de los nuevos aires municipales.
Contemplado
desde una visión de satélite se aprecia que, en su conjunto, incluyendo otras
actuaciones previstas como las de Verneda-La Pau, de lo que se trata es de una
gran operación de expansión del 22@ y su conexión tanto con el entorno de la
estación de La Sagrera como con la reanudación de la reforma de la zona Besòs
—es decir, de la continuación del Plan de la Ribera—, también en marcha. En cuanto a
otro de los sectores implicados en esa conquista de una parte “virgen” del noreste
de la ciudad, el eje Bon Pastor-Baró de Viver, el anuncio de la actuación se
produce mientras continua el proceso de liquidación del barrio de Casas Baratas,
ya culminado, como sabes, se levantan pisos para rentas medias y altas junto al
centro comercial de La Maquinista y a los pocos días que Janet Sanz, la
responsable de urbanismo del Ayuntamiento, urgiera al Ministerio de Fomento
para que agilizase las obras de la nueva terminal del AVE de La Sagrera e
inyecta millones de euros a las obras no ferroviarias del entorno. Mira un mapa
de la zona y verás enseguida la conexión.
Se trata de
completar, por la zona Besós-Poblenou, conectándolo con el 22@ y la Sagrera, el
viejo objetivo
de convertir Sant Adrià en clave para la expansión de la capital catalana, el
Área Metropolitana de Barcelona, que ya estaba prevista en el Plan Comarcal de
Ordenación Urbana de 1953 y en el que se insiste tanto en Plan Director de 1966,
como en nuevo Plan Comarcal de 1974. Eso es importante, puesto que recuerda que
la Gran Barcelona que pretendía ejecutar Pasqual Maragall de la mano de los
planes olímpicos es una continuación natural de proyectos surgidos en el
periodo franquista, proyectos que en todos los casos requerían la redención
urbanística de la zona costera de Sant Adrià, incluyendo la destrucción de La
Mina. Ese proceso de remodelación de la costa barcelonesa ha continuado hasta
el momento actual, insistiendo en sus objetivos de hacerla apetecible para los
operadores turísticos, hoteleros e inmobiliarios. Ello tiene que ver también con
la depauperación del barrio del BesòsSur en Barcelona, para dejarlo listo para
su transformación en clave mercantil.